Temas y grupos:
1º. Militarización del estado de alarma - Mujeres de Negro contra la guerra Madrid
2º. Represión y abuso policial en el estado de alarma - Colectivo SILVIA
3º. Diversidad mental y COVID19. Infancia y personas adultas en reclusión - Orgullo Loco Madrid
4º. Ley Mordaza y confinamiento: la domesticación de los
sujetos encerrados - No Somos Delito
sujetos encerrados - No Somos Delito
1º. MILITARIZACIÓN DEL ESTADO DE
ALARMA (o valga la redundancia) Mujeres de Negro contra la Guerra - Madrid
Desde la declaración del estado de alarma se ha escrito
mucho sobre la comparación de esta pandemia con una situación de guerra. Se ha
llevado tan al extremo la semejanza, que hasta se han levantado las voces
críticas con el abuso de este lenguaje bélico por parte de las altas
instituciones públicas y de los medios de comunicación.
Nos preocupa la progresiva
introducción de elementos militares en nuestra vida cotidiana.
Sabemos que puede ser una etapa transitoria, y que ahora
mismo, puede estar mal vista en muchos sectores sociales una crítica a las
fuerzas armadas que en teoría están ayudando a la población. Pero nos inquieta
que estas escenas extraordinarias, propias de una circunstancia extraordinaria,
se normalicen y se queden con nosotras para siempre.
Todas hemos podido observar estos días la apropiación del
lenguaje, de las competencias, y del propio espacio físico.
Apropiación del lenguaje
Apropiarse del lenguaje es apropiarse del modo en que organizamos
nuestros pensamientos.
Cuando en estos días oímos hablar de “guerra”, “enemigo”,
“en primera línea” nos están preparando para que mentalmente nos situemos en
una escala de valores que no son los nuestros habituales, y que tampoco son los
que deseamos.
Por nuestra parte preferimos que se utilice un lenguaje
acorde a lo que nos está pasando: emergencia sanitaria en lugar de guerra;
compromiso en lugar de sacrificio; atender y cuidar en lugar de librar una
batalla. Cuando llamamos “soldados” al personal sanitario estamos consintiendo
que en algún momento puedan ser tratados como tales, estamos aceptando la
obediencia por encima de la responsabilidad.
Además, se van apropiando del significado de palabras que
nos pertenecen, que NO son propias del entramado militar. La más evidente es la
propia palabra “defensa”. Nos negamos a aceptar que la defensa de una sociedad
es la violencia ejercida por las armas.
Este lenguaje que pone en valor
lo militar, permite que aceptemos otras situaciones más anómalas,
Apropiación del espacio
La apropiación del
espacio de la calle es un acto simbólico que nos desarraiga de nuestras
actividades más comunes: compartir con las demás, observar, disfrutar,
expresarnos. No es sólo que no podamos usar la calle como solíamos, sino que
nuestro lugar ha sido ocupado por: controles policiales y vehículos militares.
A la restricción de nuestros movimientos se añade un estado
anímico producido por este clima de vigilancia y represión continua. El miedo
se instala donde antes paseaba la vida. Pero coincide que las calles son el
territorio habitual de nuestras protestas, por lo que también nos han
desterrado de nuestras demandas.
Apropiación de las competencias
Por mucho, que intenten que nos acostumbremos cuando el
ejército o las fuerzas del orden invaden las competencias de colectivos civiles
se levantan las protestas. Así ha sucedido con el cuerpo de bomberos.
Las estrategias para intentar lavar la imagen del ejército
dice mucho de lo poco que se valora en nuestra sociedad esta institución.
Cada vez que usurpan las competencias civiles significa que
se están apropiando de sus recursos, no sólo supone quitarles el soporte
económico necesario, sino también quitar puestos laborales. Equipos de
desinfección y personal de limpieza podrían haber sido contratados para las
tareas a las que han destinado a las fuerzas militares en las residencias y
otras instalaciones.
Mucho se ha comentado de las comparecencias, plagadas de
medallas del Comité de Gestión del coronavirus en este país. Como si no hubiera
profesionales de la información.
Cuando un militar ayuda a llevar una cesta de la compra a un
ciudadano, es noticia nacional. Claro, porque no es su misión. Porque no
estamos pagando un dineral para eso (más de 33.000 millones de euros en gasto
militar y de control social presupuestados para este año, 700 por persona al
año). Sin embargo, quedan en la sombra, innumerables colectivos de apoyo mutuo
gratuitos, que han surgido en de todo el planeta.
En la actual situación se apropian también del mérito y los
honores. Puede parecer un comentario banal, pero no lo es cuando medio país
sale a aplaudir a quienes realmente están resolviendo esta crisis sanitaria.
Nuestra propuesta es clara:
gastos militares para necesidades sociales.
Y, ahora que estamos en plena campaña de Declaración de la
Renta, invitamos a realizar la Objeción Fiscal a los Gastos Militares, para
dedicar nuestros impuestos a lo que realmente es nuestra defensa.
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Somos un grupo de activistas en diversidad mental que luchamos por el fin de la vulneración de derechos en la práctica psiquiátrica, como atarte a camas, sobremedicaciones... Estamos por el derecho al bienestar mental de todas las personas..
Reivindicamos la recuperación de la legitimidad de la que somos privadas las personas psiquiatrizadas por lo que el propio diagnóstico implica: el derecho a decidir el propio tratamiento, aceptar o rechazar la medicación, el ingreso involuntario o incluso el ser tutelado/a.
Rechazamos el módelo biologicista. Denunciamos los determinantes sociales que causan malestar. Abogamos por el cumplimiento de los derechos firmados en convenciones por el Estado español en los diferentes ámbitos derecho a nivel planetario.
Proponemos acciones socioeducativas para parar la discriminación capacitista,racista, clasista, aporofóbica, homofóbica, transfóbica.
El 24 de mayo, virtualmente, recordaremos que ya llevamos tres años a nivel estatal como Orgullo Loco.
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4º. Ley Mordaza y confinamiento: la domesticación de los sujetos encerrados - No Somos Delito
Datos provisionales
Faltan todavía informes consolidados de la etapa actual, pero ya hay evidencias de la escalada represiva. Desde el inicio del estado de alarma hasta el 24 de Abril, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, elevaron un total de 741.407 propuestas de sanción a las respectivas delegaciones del Gobierno . Es decir, más de 17.000 diarias por saltarse el confinamiento Para ubicarnos, esto ya es aproximadamente el triple de las sanciones anuales de los años 2016 y 2017 o que España sanciona 8 veces más que Italia .
Por su parte, el Mº del Interior envió hace unos días una comunicación a las Delegaciones de Gobierno para “unificar el criterio de las sanciones” y proceder con “idénticos criterios de graduación en las propuestas de sanción”. Llaman la atención las que se refieren a las que en estos años han sido las más numerosas y las que más recaudan, las de falta de respecto a la autoridad policial. Al respecto se establece que cuando les ciudadanes tengan actitudes que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad interpreten como “inapropiadas” o de “menosprecio” (fijaos la subjetividad que implican los términos) las multas serán 2000 y 3000 Euros respectivamente. No es de extrañar entonces que expertos jurídicos y la propia Abogacía del Estado, cuestionen la legalidad de aplicación de las mismas .
NSD y la convergencia en la estrategia de denuncia de casos paradigmáticos
Frente a esta situación, los Colectivos Sociales, están tratando de articular denuncias y campañas en Redes Sociales, buscando sensibilizar a la población sobre la gravedad del marco punitivo desplegado, coherente por otra parte, con el lenguaje bélico y la presencia de los militares impregnando la iconografía de la comunicación oficial.
Las campañas se están basando en la difusión de casos paradigmáticos que demuestran las gravísimas situaciones de violencia y abuso policial recogidos en videos y denuncias ciudadanas. Es el caso de la realizada el 30 de marzo por NSD, con motivos de cumplirse cinco años de vigencia de la Ley Mordaza, DQD, Coordinadora 25S, etc. Campañas muy creativas y con mucho trabajo, pero de difícil posicionamiento por la densidad de uso de las redes sociales durante este confinamiento. También peticiones expresas a los Ministerios competentes para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad respeten los propios Decretos y Órdenes Ministeriales durante el confinamiento
Con estas referencias introductorias queremos pensar política y sociológicamente, dos temas que nos parecen cruciales para entender el escenario social en que estamos entrando.
La lógica represiva de la LM
Más allá del articulado y lenguaje jurídico que todas estas normas suponen, querríamos destacar lo que aquí llamamos “la lógica represiva” que se pone en marcha con la Ley4/2015 de SC. Advirtiendo además que no es solo la mencionada Ley Mordaza sino un conjunto de disposiciones que afectan derechos básicos, a saber la Reforma del Código Penal, La Ley de Enjuiciamiento Criminal y la extensión de gravámenes para acceder a la Justicia.
Entendemos, que hay dos dimensiones de actuación jurídico-represiva: una genérica y otra de foco. La primera remite a un orden simbólico, de imponer relatos o visiones sociales hegemónicas sin llegar a explicitarlas como tal. Por ejemplo, el de la “seguridad” como la actualización del “orden público” franquista y la construcción simbólica de un enemigo interno: aquellos “vagos y maleantes” de antaño hoy son las personas racializadas, precarizadas o simplemente diversas, a quienes se acosa con identificaciones arbitrarias, la indefensión y el miedo. Y por supuesto, la inversión de la carga de la prueba, ya que en ausencia de elementos objetivos, prima la presunción de veracidad el relato de la policía lo que, en la práctica, nos hace a todes presuntos culpables, hasta que podamos demostrar nuestra inocencia. Finalmente, la privación del juez natural ya que la institución administrativa que impone la sanción es también quien decide sobre su procedencia.
Y la otra dimensión, la del foco, se desarrolla a través de un articulado expresamente formulado para reprimir las respuestas del activismo social en alza en aquel momento: la ocupación del espacio público (15M), la afectación de las instituciones (rodea al Congreso), impedir el cumplimiento de resoluciones judiciales (parar desahucios), escraches, manifestaciones “no comunicadas”, etc. Por tanto, un instrumento orientado a la represión específica del activismo. Un enfoque que además, busca separar y aislar simbólicamente al activismo de la “gente normal”.
Por eso, y ahora que se cumplen también 5 años de la manifestación virtual de hologramas de abril de 2015 con la que NSD llegó a 800 millones de impresiones a nivel mundial , vale la pena recordar cómo hemos tratado de dar respuesta a estas dos dimensiones de la LM. Hemos procurado que nuestras campañas, además de creativas, tuviesen un lenguaje comunicacional orientado al conjunto de la sociedad y no solo a las activistas, que fuese vivencial, que movilizaran un sentido común distinto. Y que además de denunciar, fuesen propositivas, aportando un concepto alternativo y democrático de seguridad. De esta forma, el trabajo colaborativo del centenar colectivos que conforman la Plataforma, ha permitido elaborar una propuesta de Ley que postula la Seguridad, no como recorte sino como plena garantía de los desechos civiles y sociales. Creemos que así, se logró incidir en lo simbólico e impulsar un relato social alternativo desde abajo al tiempo que se hacían más efectivas las denuncias y las acciones de calle.
Ahora bien. ¿Qué elementos nuevos introduce esta crisis global?
Confinamiento global: un ensayo mundial de domesticación de sujetos
Damos por argumentada la escalada represiva que se registra en este confinamiento al tiempo que se busca imponer un relato de polis buenos cuidando a la población en esta guerra contra ese perverso enemigo que es el virus. Pero hay mucho más.
La crisis ha significado un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad: ~ 4000 mil millones de personas confinadas. Más de la mitad de la población mundial. Y en forma simultánea. Es una dimensión socio-geográfica nunca antes vista. Solo que no se ha gestionado desde el empoderamiento de la población, la autogestión, el estímulo de actividades de autocuidados y participación desde abajo sino como algo impuesto que debe ser garantizado policial y hasta militarmente. Es entonces cuando el confinamiento se convierte en encierro e implica necesariamente recorte de derechos y restricción arbitraria de libertades.
Para entender esta situación, desde ya hay que alejarse de las hipótesis de “conspiración mundial”. Es más grave aún. Es un síntoma del colapso sistémico de la globalización actual. Y el confinamiento obligado como única salida, es la muestra de la precariedad social y de cuidados impuesta. Pero una vez que se produce, el poder ensaya, aprende, re-utiliza. A nivel global, pero también a nivel de cada Estado y adaptándose a las circunstancias locales, de cada Ayuntamiento o cada Pueblo.
Y operan también las dimensiones antes comentadas: la de lo simbólico, a través de relatos que favorecen la eficacia de los regímenes autoritarios o el miedo individualizado como tecnología de control para gestionar encierros en base a criterios securitarios. Y que luego se irán sin duda entrelazando con la enorme precarización que la crisis en curso va a implicar, para reinventarse en modelos represivos focalizados probablemente mucho más agresivos que los contenidos en las Leyes Mordaza. Por lo pronto, dos hechos verificables: i) la LM ha abierto su foco represivo y ahora ya no es solo el activismo social el que está en su mira sino la sociedad en su conjunto. Y lo preocupante, que parece ser con considerable consenso social; ii) la extensión del control social y encierros virtuales, a través de las tecnologías digitales, como se atisba en los pactos entre Google y Apple o las aplicaciones digitales de los gobiernos autoritarios del sudeste asiático para el seguimiento de sujetos/o comunidades estigmatizados como vectores de contagio.
Es por ello que creemos necesario ampliar la reflexión desde abajo sobre los excesos y la brutalidad policial para frenar la consolidación de lo que se perfila como una verdadera tecnología de domesticación social de los sujetos encerrados.
3º. Presentación Orgullo Loco Madrid 27
Orgullo Loco Madrid es un grupo de activistas, psiquiatrizadas que lucha por el fin de los malos tratos en psiquiatría, contra el biologicismo, por el derecho al bienestar mental de toda la población, cubriendo las necesidades sociales y por medio de acciones socioeducativas parar todo tipo de discriminación, por el reconocimiento de ser personas con plenos derechos. Proponen acciones socioeducativas para parar todo tipo de discriminaciones.Somos un grupo de activistas en diversidad mental que luchamos por el fin de la vulneración de derechos en la práctica psiquiátrica, como atarte a camas, sobremedicaciones... Estamos por el derecho al bienestar mental de todas las personas..
Reivindicamos la recuperación de la legitimidad de la que somos privadas las personas psiquiatrizadas por lo que el propio diagnóstico implica: el derecho a decidir el propio tratamiento, aceptar o rechazar la medicación, el ingreso involuntario o incluso el ser tutelado/a.
Rechazamos el módelo biologicista. Denunciamos los determinantes sociales que causan malestar. Abogamos por el cumplimiento de los derechos firmados en convenciones por el Estado español en los diferentes ámbitos derecho a nivel planetario.
Proponemos acciones socioeducativas para parar la discriminación capacitista,racista, clasista, aporofóbica, homofóbica, transfóbica.
El 24 de mayo, virtualmente, recordaremos que ya llevamos tres años a nivel estatal como Orgullo Loco.
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4º. Ley Mordaza y confinamiento: la domesticación de los sujetos encerrados - No Somos Delito
Datos provisionales
Faltan todavía informes consolidados de la etapa actual, pero ya hay evidencias de la escalada represiva. Desde el inicio del estado de alarma hasta el 24 de Abril, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, elevaron un total de 741.407 propuestas de sanción a las respectivas delegaciones del Gobierno . Es decir, más de 17.000 diarias por saltarse el confinamiento Para ubicarnos, esto ya es aproximadamente el triple de las sanciones anuales de los años 2016 y 2017 o que España sanciona 8 veces más que Italia .
Por su parte, el Mº del Interior envió hace unos días una comunicación a las Delegaciones de Gobierno para “unificar el criterio de las sanciones” y proceder con “idénticos criterios de graduación en las propuestas de sanción”. Llaman la atención las que se refieren a las que en estos años han sido las más numerosas y las que más recaudan, las de falta de respecto a la autoridad policial. Al respecto se establece que cuando les ciudadanes tengan actitudes que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad interpreten como “inapropiadas” o de “menosprecio” (fijaos la subjetividad que implican los términos) las multas serán 2000 y 3000 Euros respectivamente. No es de extrañar entonces que expertos jurídicos y la propia Abogacía del Estado, cuestionen la legalidad de aplicación de las mismas .
NSD y la convergencia en la estrategia de denuncia de casos paradigmáticos
Frente a esta situación, los Colectivos Sociales, están tratando de articular denuncias y campañas en Redes Sociales, buscando sensibilizar a la población sobre la gravedad del marco punitivo desplegado, coherente por otra parte, con el lenguaje bélico y la presencia de los militares impregnando la iconografía de la comunicación oficial.
Las campañas se están basando en la difusión de casos paradigmáticos que demuestran las gravísimas situaciones de violencia y abuso policial recogidos en videos y denuncias ciudadanas. Es el caso de la realizada el 30 de marzo por NSD, con motivos de cumplirse cinco años de vigencia de la Ley Mordaza, DQD, Coordinadora 25S, etc. Campañas muy creativas y con mucho trabajo, pero de difícil posicionamiento por la densidad de uso de las redes sociales durante este confinamiento. También peticiones expresas a los Ministerios competentes para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad respeten los propios Decretos y Órdenes Ministeriales durante el confinamiento
Con estas referencias introductorias queremos pensar política y sociológicamente, dos temas que nos parecen cruciales para entender el escenario social en que estamos entrando.
La lógica represiva de la LM
Más allá del articulado y lenguaje jurídico que todas estas normas suponen, querríamos destacar lo que aquí llamamos “la lógica represiva” que se pone en marcha con la Ley4/2015 de SC. Advirtiendo además que no es solo la mencionada Ley Mordaza sino un conjunto de disposiciones que afectan derechos básicos, a saber la Reforma del Código Penal, La Ley de Enjuiciamiento Criminal y la extensión de gravámenes para acceder a la Justicia.
Entendemos, que hay dos dimensiones de actuación jurídico-represiva: una genérica y otra de foco. La primera remite a un orden simbólico, de imponer relatos o visiones sociales hegemónicas sin llegar a explicitarlas como tal. Por ejemplo, el de la “seguridad” como la actualización del “orden público” franquista y la construcción simbólica de un enemigo interno: aquellos “vagos y maleantes” de antaño hoy son las personas racializadas, precarizadas o simplemente diversas, a quienes se acosa con identificaciones arbitrarias, la indefensión y el miedo. Y por supuesto, la inversión de la carga de la prueba, ya que en ausencia de elementos objetivos, prima la presunción de veracidad el relato de la policía lo que, en la práctica, nos hace a todes presuntos culpables, hasta que podamos demostrar nuestra inocencia. Finalmente, la privación del juez natural ya que la institución administrativa que impone la sanción es también quien decide sobre su procedencia.
Y la otra dimensión, la del foco, se desarrolla a través de un articulado expresamente formulado para reprimir las respuestas del activismo social en alza en aquel momento: la ocupación del espacio público (15M), la afectación de las instituciones (rodea al Congreso), impedir el cumplimiento de resoluciones judiciales (parar desahucios), escraches, manifestaciones “no comunicadas”, etc. Por tanto, un instrumento orientado a la represión específica del activismo. Un enfoque que además, busca separar y aislar simbólicamente al activismo de la “gente normal”.
Por eso, y ahora que se cumplen también 5 años de la manifestación virtual de hologramas de abril de 2015 con la que NSD llegó a 800 millones de impresiones a nivel mundial , vale la pena recordar cómo hemos tratado de dar respuesta a estas dos dimensiones de la LM. Hemos procurado que nuestras campañas, además de creativas, tuviesen un lenguaje comunicacional orientado al conjunto de la sociedad y no solo a las activistas, que fuese vivencial, que movilizaran un sentido común distinto. Y que además de denunciar, fuesen propositivas, aportando un concepto alternativo y democrático de seguridad. De esta forma, el trabajo colaborativo del centenar colectivos que conforman la Plataforma, ha permitido elaborar una propuesta de Ley que postula la Seguridad, no como recorte sino como plena garantía de los desechos civiles y sociales. Creemos que así, se logró incidir en lo simbólico e impulsar un relato social alternativo desde abajo al tiempo que se hacían más efectivas las denuncias y las acciones de calle.
Ahora bien. ¿Qué elementos nuevos introduce esta crisis global?
Confinamiento global: un ensayo mundial de domesticación de sujetos
Damos por argumentada la escalada represiva que se registra en este confinamiento al tiempo que se busca imponer un relato de polis buenos cuidando a la población en esta guerra contra ese perverso enemigo que es el virus. Pero hay mucho más.
La crisis ha significado un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad: ~ 4000 mil millones de personas confinadas. Más de la mitad de la población mundial. Y en forma simultánea. Es una dimensión socio-geográfica nunca antes vista. Solo que no se ha gestionado desde el empoderamiento de la población, la autogestión, el estímulo de actividades de autocuidados y participación desde abajo sino como algo impuesto que debe ser garantizado policial y hasta militarmente. Es entonces cuando el confinamiento se convierte en encierro e implica necesariamente recorte de derechos y restricción arbitraria de libertades.
Para entender esta situación, desde ya hay que alejarse de las hipótesis de “conspiración mundial”. Es más grave aún. Es un síntoma del colapso sistémico de la globalización actual. Y el confinamiento obligado como única salida, es la muestra de la precariedad social y de cuidados impuesta. Pero una vez que se produce, el poder ensaya, aprende, re-utiliza. A nivel global, pero también a nivel de cada Estado y adaptándose a las circunstancias locales, de cada Ayuntamiento o cada Pueblo.
Y operan también las dimensiones antes comentadas: la de lo simbólico, a través de relatos que favorecen la eficacia de los regímenes autoritarios o el miedo individualizado como tecnología de control para gestionar encierros en base a criterios securitarios. Y que luego se irán sin duda entrelazando con la enorme precarización que la crisis en curso va a implicar, para reinventarse en modelos represivos focalizados probablemente mucho más agresivos que los contenidos en las Leyes Mordaza. Por lo pronto, dos hechos verificables: i) la LM ha abierto su foco represivo y ahora ya no es solo el activismo social el que está en su mira sino la sociedad en su conjunto. Y lo preocupante, que parece ser con considerable consenso social; ii) la extensión del control social y encierros virtuales, a través de las tecnologías digitales, como se atisba en los pactos entre Google y Apple o las aplicaciones digitales de los gobiernos autoritarios del sudeste asiático para el seguimiento de sujetos/o comunidades estigmatizados como vectores de contagio.
Es por ello que creemos necesario ampliar la reflexión desde abajo sobre los excesos y la brutalidad policial para frenar la consolidación de lo que se perfila como una verdadera tecnología de domesticación social de los sujetos encerrados.
